Cuánto cabrito suelto
Sí, sí, literalmente: unos cuantos cabritos correteando por mi huerta, donde ahora tengo plantadas las cebollas para calçots. Los pobrecitos se asustaron al vernos a mi y a mi hijo pequeño, y echaron a correr como desesperados. Son de un vecino que se dejó la puerta abierta y, por lo que me comentó después, tuvo miedo de haberlos perdido, pero no, volvieron rápidamente.
Afortunadamente no ha tenido ningún problema con sus "cabritos sueltos", más que el estrés que los pobrecitos habrán tenido que sufrir. Eso, y la ilusión de mi hijo de verlos sueltos.



El vecino tiene una huerta cercada de aproximadamente una hectárea en la que los animales pueden moverse con total libertad. Todo lo que planta es ecológico, así que los animales comen bien. También usa sus excrementos (una vez fermentados) como abono ecológico. Un fenómeno...
Salir de la rutina de vez en cuando está bien, ¿verdad?
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Comentarios
![]() 12/07/2014 a las 20:16 Qué bonito, Oscar. Siempre te pasa algo. No veas lo que me reí con lo de los coreanos. |
![]() 13/07/2014 a las 09:12 Ei, Marc. jejejeje, sí, y tú lo viste en primera persona, eh? jajaja. Prometo no bailar más el Gangnam Style en medio del huerto, jajajaja. (para los que no lo vieron, el cocinero coreano del artículo "De calçotada con unos amigos coreanos" me preguntó si sabía algo de Corea del Sur, y le dije que "el Gangnam Style", y ya nos ves a los dos bailando el dichoso bailecito en medio del huerto, jajaja). :-P |