Artículos de la categoría "Mito o realidad"
Mito o realidad: los calçots se hacen con cualquier cebolla
Abro una nueva categoría en el blog de calçots para hablar de cosas que oigo y que pueden parecer ciertas o pueden parecer cuento: "Mito o Realidad". Este primer artículo de la nueva categoría va sobre una discusión entre dos amigos míos, que acabaron dirigiéndose a mí para que les diera la razón. ¿Los calçots se pueden hacer con cualquier cebolla?
Pues la respuesta es que SÍ, los calçots se pueden hacer con cualquier cebolla. Si plantas una cebolla cualquiera y la cultivas como se cultivan los calçots, acabas teniendo calçots. A uno le pareció bien la respuesta (claro), pero al otro no, así que creo que la pregunta debería ser esta: ¿Son igual de buenos los calçots hechos con cualquier cebolla? Ahí sí que cambian las cosas. La respuesta es un enérgico "NO".
La temporada de calçots empieza en enero: ¿verdadero o falso?
Cada año escucho el mismo comentario cuando se inicia la temporada de calçots: "la temporada de calçots empieza cada año un poco antes". ¿Lo has oido alguna vez? Yo lo he oido muchas veces, en serio. Y mi respuesta es siempre la misma: "No, la temporada de calçots siempre empieza igual y acaba igual". Estoy de acuerdo en que hay que matizar en esta afirmación, pero a grandes rasgos es así.
Cada año la temporada de calçots empieza en noviembre y acaba en abril. Lo que decía antes, los matices, tienen que ver con la meteorología, plagas o situaciones sobrevenidas. Por ejemplo, en climas muy fríos los calçots salen más tarde y aguantan también un poco más. En climas más cálidos, al revés. ¿Significa eso que podemos encontrar calçots en octubre y en mayo? Sí, los podemos encontrar, está claro, pero son pocos. Otro ejemplo: algunos años empieza más tarde porque llueve mucho y no podemos calzar a tiempo o incluso recogerlos. Esto fue lo que ocurrió el año pasado, y no pudimos empezar la temporada hasta el mes de diciembre.
¿Y la temporada de calçots de la IGP?
La temporada de los calçots amparados por la IGP Calçot de Valls empieza y acaba exactamente igual: de noviembre a abril. Además, en este caso el reglamento de la IGP dice que no se puede vender ningún calçot con la etiqueta identificativa de la IGP antes de noviembre. Esto es normal, puesto que antes de noviembre es muy difícil que tenga las medidas que exige la IGP.
Los calçots engordan. ¿Mito o realidad?
Para contestar a la pregunta de si los calçots engordan o no, vamos a empezar diciendo qué es un calçot y las propiedades que tiene.
Ya sabes que el calçot es una cebolla, y que la única diferencia es el cultivo de segundo año. Si tienes dudas, mira aquí la información básica sobre los calçots. Como cebolla que es, tiene sus mismas propiedades, que relaciono a continuación:
- Tienen gran contenido en fibra y ácido fólico.
- Aportan una buena cantidad de vitamina B, C y E.
- También aporta minerales como el hierro, calcio, fósforo y magnesio.
- Contiene flavonoides, como el betacaroteno, la quercetina y la alicina, que son potentes antioxidantes.
- Tienen un valor calórico muy bajo, por lo que es apto para dietas hipocalóricas (¡pero cuidado con la salsa!).
- Como la cebolla, es diurético, anticancerígeno y previene algunas enfermedades cardiovasculares.
- Y todo esto, al consumirse en cantidades superiores a la cebolla tradicional, confiere mayor valor al calçot.
Entonces, ¿los calçots engordan? ¿O es la salsa?
Está claro: los calçots NO engordan. Eso no significa que te puedas comer 50 y que al día siguiente habrás adelgazado. Comer una gran cantidad de calçots, además, hará que tu cuerpo reaccione generando gases, y eso se debe a los sulfuros que contienen. Así que los calçots no engordan, pero no comas muchos.
Los calçots sólo son buenos en febrero. ¿Verdadero o falso?
No sería la primera vez que oigo este comentario: "Los calçots sólo son buenos en febrero". Es como este otro comentario que ya publiqué hace unos días. Me sorprenden estos comentarios en los que se afirma una verdad absoluta con tanta ligereza.
Vayamos por partes. El ciclo de vida del calçot está bastante claro. Necesitan calor para crecer y por eso los plantamos al final del verano. Y necesitan frío para generar los azúcares que los vuelve dulces. Pero, ¿significa eso que sólo cuando ha hecho frío son dulces? ¿Y qué es frío?
Estos calçots serán los mejores del mundo con tanto frío...
En las fotos muestro uno de nuestros campos con nieve. Esto ocurrió el año 2014. Esa semana, obviamente, tuvimos que parar la venta, ya que no había manera de entrar a los campos. En cuanto pudimos hacerlo los probamos y ... nada; todo igual. No esperábamos que de golpe fueran más dulces, por supuesto. Sabemos que han generado más azúcares y sabemos que en unos días serán más dulces, pero... ¿será perceptible?
Ya ves que en esto, como en casi todo, no existe una verdad absoluta. Voy a responder a la pregunta que da título a este artículo, pero antes lo haré a otra pregunta: ¿Un calçot de la IPG Calçot de Valls no está bueno en noviembre? ¿No es dulce?